brunch de sábado en porota

Un lugar que estaba en mi lista, mucho antes de armar la lista, era Porota.
No me acuerdo como fue que llegue a enterarme del lugar, pero sí me acuerdo de que tenía ganas de ir por el concepto: cocina de la abuela «Porota», mi abuela. Bueh, en realidad esta Porota en particular es la abuela de otros nietos...

El lugar es más mini de lo que me imaginaba, pero está bien. En la casa de la abuela Porota los domingos no eramos más de los que pueden entrar en este mini bistro «de herencia».

«Sanguches» y ensaladas de la casa, platos del día, postres y variedad de cosas dulces hacen del lugar una cocina como «de la casa de la abuela».
Mientras esperábamos la comida, hojeamos los cuadernos de esta abuela, con anotaciones en el margen de truquitos, esquemas y de que programa salió la receta: Petrona, Ketty, etc.

A estos cuardenos vintage, que amablemente nos dejó ver la dueña-nieta, se le suma la decoración vintage y la tendencencia DIY, que tantas tienditas de diseño tienen ahora en Buenos Aires, como los banderines de tela o la guirnalda de pajaritos.
Conclusión: si están en Buenos Aires, hayan tenido o no una abuela Porota, pasen por el local, merece la pena.
¿Por que será que para evocar la nostalgia me salieron tantas comillas?

paseo en tranvía y galletitas temáticas

Hay cosas en nuestras propias ciudades que nunca hacemos, y como turistas son de las primera en la lista.
En Buenos Aires, en el barrio de Caballito, hay un clásico paseo en tranvía. Esa fue la salida familiar de mi sobrina este fin de semana.
Y después de ver las fotos y de que me contaran la experiencia, me quedó en agenda para hacer en algún momento, y no dejar esas clásicas joyas que tenemos a la vuelta sólo para las veces que somos turistas.

Este año empecé por  probar nuevos lugares donde comer, de a poco voy a ir incorporando estas cosas más olvidadas.
La cuestión es que los primos y sus papás fueron a dar esta vuelta. A la tardecita C.A.I. apareció con un tranvía souvenir y toda la explicación de como funcionaba: distinto al tren y distinto al subte.
Preparada para cumplir con el primer pedido de galletitas del año, quería mostrarle a sus compañeritos de jardín su experiencia del fin de semana, así que vino con una idea propia de lo que quería hacer: galletitas de tranvía.

Entonces deje de lado mi idea de juntar el pedido del jardín + la receta de cookie carnival, y volvimos a las clásicas pero más aceptadas por los chicos galletitas de manteca.

El problema era: como hacemos tranvías! Lo único que aparecio en mi caja mágica fue un colectivo, que con todas sus ventanillas de costado era lo q mas se parecía.
Así que esta vez, acompañada de su otra tía, hizo sus tranvías, dándole instrucciones: «porque P. no sabe hacer galletitas Juli!».

Después de un día agitado con sus 3 tías,1 en tranvía, 1 cocinera y otra supervisando la cocina (esa soy yo!), se fue a su casa con su bolsita de galletitas y su historia del tranvía para compartir al otro día en el jardín.

Torta de chocolate francesa

Por lo menos así titula el New York Times una nota en su revista del domingo, que descubrió S., la tituló «repostería vintage», y yo no pude dejar de hacerla!

Es cierto del análisis de esa columna que este tipo de tortas: concetrada, húmeda, sin harina y decadente, se han puesto de moda en los menús de los restaurantes en las últimas décadas. Primero fue la versión volcán: tibia y con el corazón todavía líquido; pero más recientemente, en muchas cartas, sobre todo de pequeños bistros o delis, aparece esta versión, generalmente bajo el nombre de torta húmeda de chocolate.

Quizás el cambio se debe a que el volcán es una preparación más complicada para servir en un almuerzo, cena o brunch rápido, donde se busca buena comida pero no tantas pretenciones. También puede tener éxito el hecho de que muchas enfermedades actuales prohíben el consumo de gluten, y este tipo de tortas no lleva harina, o la poca que lleva es reemplazable o evitable.

Pero mejor el análisis se lo dejo a los que saben, como esta periodista, que habla sobre las nuevas versiones de estas preparaciones en los menús modernos para destacar la fecha de publicación de esta receta: 1969.
En conclusión: será un postre siglo XXI, pero hace rato que se viene disfrutando!

La receta original se acompaña con crema batida, en los restaurantes generalmente viene con helado, pero nosotros esta vez la comimos sola, en pequeñas porciones, a la hora de la merienda, con café/té. El sabor del chocolate se destaca y tiene protagonismo absoluto en esta pequeña porción sin acompañamiento. Pero sí, para un postre sería mucho comerla sola.

Otra cosa: para no comer de más, sólo hice la mitad de la receta, y la cocine en un molde más chico.
Les paso la receta original, para que decidan que tipo de atracón se quieren dar!

Quiero aprovechar esta receta tipo festiva (¿será que el chocolate nos hace pensar en preparaciones festivas?) para agradecerles a todos/as por seguirme! Ya llegamos a los 100!

Hay una receta!

pizza | deep dish, chicago style

Finalmente, el 2011 empezó con el amasado!
Esta vez, aproveché para hacer la pizza que me había quedado pendiente desde el viaje a Disney: la deep dish pizza, estilo Chicago.

Encontré en internet la receta «original» de Pizzeria Uno, pero por lo que recuerdo de esa primera probada, la masa parecía hasta con algo hojaldrada, cosa que a mi pizza le faltó.

Igual, es una masa estilo un pancito, super suave, fácil de hacer, y queda riquísima!
Al ser una pizza profunda, lleva mucho relleno, y creo que eso la hace tan sabrosa. Tiene mucho queso, mucho tomate, y obviamente lo que les interese agregar.

A pesar de no estar segura si es una deep dish original (tendría que volver a probarla por algún experto), la receta está buenísima, y seguramente la vuelva a hacer.

Aprovecho este post para hacer dos anuncios:
El primero, que con esta pizza participo del HEMC#52, organizado por Irene de Sabor Impresión.

El segundo, que mi blog fue seleccionado para participar de gastroblogs, concurso que premia a los mejores blogs gastronómicos. HorneAndo Algo es un blog chico, pero me encantaría que me voten aunque no gane! Para hacerlo, sólo tienen que cliquear el botón de gastroblos en la barra lateral, y este blog aparece primero en la lista! Se puede votar una vez por día.

Ahora sí, sin más anuncios, los dejo con la pizza!

Hay una receta!

desayuno+almuerzo+merienda=farinelli o brunch al cubo

Aprovechando el fin de semana largo, decidí avanzar con un trabajo que tengo que entregar para la abandonada Maestría.

Para empezar la "inmensa" tarea, nada mejor que estar bien alimentada! Entonces, el sábado, después de varias tareas pre-mediodía, nos tocó ya tarde almorzar... o desayunar... o porque no merendar!

Provista de mi lista de lugares sin nombre (para no optar más por uno que por otro) emprendimos el descubrimiento: está vez, por ubicación, tocó el que figuraba como Bulnes y Cerviño.

Al llegar, vimos que las dos esquinas estaban flanqueadas por clásicos ya conocidos: Perica y Piacere, pero no nos desanimamos... escondido detrás de uno de ellos estaba "el" lugar... hasta el estar escondido le aporta más!

Farinelli es un pequeño lugar, con algunas mesitas en la puerta y unas cuantas más adentro. La carta mini pero excelente, cambia todos los días.

La base es el take-out (ya llegando a casa, nos cruzamos con gente que venía con su bolsita! seguramente provista de algo rico), ya sea de los exquisitos sandwiches (todos con unos panes increíbles), tartas, ensaladas o lo que toque ese día.

La pastelería es más estable, pero no por eso deja de sorprender: mini cheesecake, tarteletas, muffins, facturas y otras tortas.

Definitivamente es un lugar para volver, ya que siempre va a haber algo nuevo para probar!