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martes, 6 de noviembre de 2012

Le pain quotidien | un belga en buenos aires

La semana pasada en la prensa todo giró alrededor del pan. Con la reciente inauguración de Le pain quotidien en Buenos Aires, en varios medios retomaron el tema de la nueva tradición del pan hecho como "antes", además de los ingredientes naturales, orgánicos y frescos.


La cosa es que Le pain es una cadena belga de cafeterías, con una panadería excelente, facturas y dulces muy ricos, almuerzos, meriendas y brunchs orgánicos y naturales.


La premisa es una mesa comunitaria en el medio del salón: una larga mesa de madera, donde los que no van por el take out, ocupan las sillas necesarias, mientras que en las siguientes se sientan otros comensales.


Un poco raro para la idiosincrasia porteña. Obviamente que si vamos a New York, Paris o Londres nos sentamos en estas mesas sin chistar, y nos parece lo más "cool", pero al porteño no le gusta compartir con extraños...


Igualmente, este barrio tenía tantas ganas de ir, que no quedó más remedio que ocupar hasta el más mínimo rincón de esta mesa, las mesitas aledañas, y la espera de algunos que no consiguieron lugar en ninguno de los dos pisos.


La comida es muy fresca, la combinación ideal de muy buenos panes caseros, ingredientes de primera, y un extra de verdes para acompañar.


Tienen planeado abrir un par de locales más, así que a estar atentos a ver si nos toca uno cerca de casa!

viernes, 24 de febrero de 2012

todos en el barrio hablan de malvón

El malvón para mí siempre fue una planta. Típica flor de casa de la abuela. Y en la casa de la mía había variedad de colores para elegir: malvones y rosales por doquier. Mi abuelo P. era un aficionado a la jardinería, y tenía particular interés por los rosales, que los tenía de todos los colores, y en menor grado por los malvones, pero el patio estaba lleno de ellos igual: rosas, rojos, corales, blancos...


Ahora es una confitería de moda en Villa Crespo, una zona que está creciendo muchísimo en los últimos años, y que los fines de semana se llena de gente por los negocios outlet de categoría que abren constantemente. Si esto sigue así, vamos a necesitar un vivero y no sólo un malvón!


Fuimos en busca de unas zapatillas todo terreno para las vacaciones de P. y J., y cuando llegamos, el local estaba en remodelación... pero era la hora de comer! y no nos íbamos a ir con las manos vacías!
Malvón explotaba... no entraba ni un alfiler.

Foto de Allie, de Pick up the fork
Me daba un poco de cosa anotarme en la lista de espera mientras mirábamos vidrieras: tenía ganas de conocer el lugar, pero había leído muchas reseñas sobre la mala atención, y después del fiasco de las zapatillas, no estábamos de humor.
Me acordé de mi amiga A., que vive en el barrio y va desde el día 1. Entonces decidí darle una oportunidad, como ya todos sabemos, la atención en estos lugares no es el fuerte. Volvimos al rato, y no sólo estaba nuestra mesa en la que nos sentamos (y nunca nos atendieron). Sino que frente a esto, y a que no nos gustaba la mesa, pedimos cambiar, y nos cambiaron no una, sino dos veces sin chistar!


Después de media hora estábamos listas para pedir, en la mejor mesa del lugar!
El local tiene de todo lo que "se usa": panadería y pastelería rústica/americana para llevar, comida rústica (demasiado "americana"), decoración casa de la abuela con patio y sillas de hierro, limonadas y jugos...
Para el brunch de un día de oulets, o para tomar el té está más que bien!


*Perdón por las fotos, pero después de conseguir la mesa ideal, no pudimos contenernos y nos comimos todo antes de la producción!

viernes, 27 de mayo de 2011

de cupcakes y otras yerbas | vacaciones 2

Intentar probar, fotografiar y reseñar cada uno de los lugares que pasamos en nuestra recorrida es prácticamente imposible. Es más, estos son sólo algunos de los tantos locales de cupcakes, panadería y pastelería.
Para empezar, una de las cosas más llamativas que tienen estos lugares son los carteles.
Acá van algunos.


Como estaban en plena primavera, muchos locales, sobre todo en la zona de montaña, decoraban sus mesas, vidrieras y canteros con tulipanes de todos los tamaños y colores. Este es en la Main Street de Bristol.


La fiebre de las cupcakes se hizo evidente en DC. En un localcito en una esquina, la cola era tan larga como toda la cuadra! Obviamente que ni siquiera se podía entrar!
En otros locales fue más fácil, hasta pude entrar, charlas con las chicas que atendían y sacar fotos semi-tranquilamente, ya que la clientela no paraba de entrar.


La mejor feria de NY, sin duda la de Union Square, más grande, más fresca y más orgánica que nunca, estaba repleta: mucha bolsa ecológica y mucho changuito para estar acorde.


Lo mejor de todo el asunto? Que ya sea con cosas compradas en la feria, en el clásico panchero, en un deli, en Whole Foods, o cualquier take-out, se puede comer en sectores de la ciudad transformados en plazas secas o pequeñas peatonales en donde hay mesas y sillas. Para esta época del año, nada mejor!


Un clásico de la Gran Manzana, sin lugar a dudas, Magnolia Bakery. Tan lleno que fue muy difícil sacar buenas fotos. Por supuesto que no las probé: no me gusta hacer cola.


Por último, un lugar que no tiene mucho futuro, ya que estaba totalmente vacío a pesar de lo lindo y llamativo que era: Limelight Marketplace.
Limelight funciona en una vieja iglesia, que no funciona como tal desde los 70. Después fue una disco famosa y escandalosa. Ahora es una multitienda, donde se pueden encontrar unos locales maravillosos. Pero su apariencia gótica y su prontuario parece que hacen del lugar un lugar embrujado.
Tengo la sensación de que en mi próxima visita, no lo voy a encontrar.

domingo, 17 de abril de 2011

los panes de l'épi

L'épi era una deuda pendiente de hace tiempo. No sólo para probar los panes de fermentación natural. Mi principal deuda era por el pain au chocolat. Tenía que probarlo. Una de las mejores facturas del universo, muy a la par de alguna hojaldrada rellena de dulce de leche.


Y sabía que este pain au chocolat en particular tenía que ser R-I-C-O! Todavía me acuerdo de la clase de facturas, pero no me acuerdo del sabor ni de las medialunas ni de los vigilantes... si me acuerdo de ésta, y precisamente en esa clase lo tuve a Olivier de profesor.


Entrar a L'épi es indescriptible. A pesar de que fui a la sucursal "boutique" y no a la boulangerie, el aroma a un pan distinto es notorio. El olor debe ser una de las cosas más difíciles de transmitir por acá, creo que la mejor recomendación que puedo hacer es que vayan, y huelan! Y ya que están, compren algo, ya sea dulce o salado, no se van a arrepentir.


Igual, es difícil decidir que llevar. A nosotras nos costo. Y mientras decidíamos que pan y que facturas llevar (mi pain au chocolat estaba fuera de toda discusión, y ahora se que tendría que haberme comprado 2!), llegó el dueño, uno de ellos, precisamente el que yo conocía.
Y comentado de donde nos conocíamos, caí en la cuenta que hace más de 10 años de la experiencia en el curso de pastelería... un montón!


Después del saludo y demás, hicimos nuestra compra mini, para no comer de más: 1 pain au chocolat, 2 sablé diamants y 1 baguette parisienne. Nada duró más de una tarde, y estaba todo tan rico, que en cualquier momento voy a darme otra vuelta y hacerme habitué! Por suerte, no está en mi radio diario, ni me queda de pasada casi nunca, por que si no, en algún momento terminaría rodando.